Discurso sobre las mentiras
La mentira forma parte de nuestras vidas
Desde pequeños nos dicen que mentir es malo, que hay que decir siempre la verdad, sin embargo, hoy en día, todas las personas saben que la mentira es parte de la vida cotidiana; la acepta, la asume, la usa y se ríe de ella con la misma intensidad que la rechaza.
No hay nadie que pueda decir que no haya mentido nunca en su vida, y si lo hace, está volviendo a mentir. Considero que somos mentirosos por naturaleza, sin embargo, esto no es necesariamente algo malo.
Mentir no es simplemente el hecho de decir cosas que no son verdad, también se miente ocultando información o incluso se puede mentir por medio de acciones.
Esta acción puede considerarse como un mecanismo de defensa ligada a la naturaleza del ser humano, al ser un instrumento de reducción de la ansiedad o culpa, ya que niega una realidad desagradable y la remplaza por otra.
Mentir es una condición humana, al grado que algunas teorías sugieren que la evolución ha hecho que el uso sensato del engaño sea una condición necesaria para sobrevivir, de hecho, se calcula que cada día oímos o leemos más de 200 mentiras.
Pero, ¿Por qué mentimos? El psicólogo Robert Feldman de la Universidad de Massachusetts (EEUU) expone que cuando las personas sienten que su autoestima se ve amenazada, empiezan a mentir. En ocasiones, detrás de una mentira se oculta inseguridad, falta de confianza en uno mismo, temor al rechazo, vergüenza, miedo al castigo y a la crítica y también en muchos casos, un deseo de manipular al otro.
Mentimos cuando sentimos que no tenemos otra alternativa mejor, para quitarnos un problema de encima de forma fácil y rápida, por miedo a hacer daño o a que nos lo hagan, para no quedar mal, para aparentar o encubrir una carencia, o simplemente porque lo queremos todo y no queremos renunciar a algo.
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